
Beneficios del entrenamiento de fuerza para la columna vertebral
El fortalecimiento muscular mantiene las vértebras sanas
Primero de todo, debemos desechar una idea preconcebida. No son las cargas las que dañan la columna vertebral, sino todo lo contrario, ya que por ejemplo pueden prevenir los dolores de espalda. Cuando la columna recibe una carga, se desencadena un intercambio de fluidos ricos en nutrientes a través de las fibras de colágeno de los discos intervertebrales. Este es un proceso continuo, que se produce entre carga y descarga y que puede asociarse al funcionamiento de una esponja. Cuando aprietas una esponja, inmediatamente absorbe más fluido. Con el entrenamiento de fortalecimiento muscular, esto sucede de forma automática. Por ejemplo, cuando entrenamos con la máquina E1 (prensa de cuello), los discos reciben una carga; mientras que el entrenamiento con D7 (Fondos en asiento) libera esta carga.
El dolor de espalda es una consecuencia de la falta de fuerza
Los músculos que rodean la columna vertebral por ambos lados, desde la cabeza a la pelvis, son los que mantienen la estabilidad de la espina dorsal y enderezan el torso. Estos músculos se conocen también como los músculos erectores de la columna. Los músculos erectores más cortos forman lo que se conoce como el “sistema local” y su función es proporcionar una conexión directa entre cada vértebra individual. Los músculos erectores más largos, junto con otros músculos del torso, se conocen como el “sistema global”. En este caso, su función principal es facilitar movimientos más amplios. El dolor de espalda a menudo está provocado por una sobrecarga en el sistema local, por ejemplo, cuando la conexión entre cada vértebra es inestable. Asimismo, unos músculos desentrenados son más propensos a sufrir una lesión y tardan más tiempo en regenerarse que los músculos entrenados. Si la respuesta a pequeños síntomas es evitar ciertos movimientos de la columna, estos síntomas pronto se convertirán en algo más serio.
Fortalecimiento muscular como prevención
Un entrenamiento efectivo con máquinas de fortalecimiento muscular ayuda a prevenir los dolores de espalda porque proporciona un entrenamiento específico de la musculatura profunda de la espalda y estimula su metabolismo. El entrenamiento de fuerza incrementa la estabilidad de la espina dorsal, haciendo que sea menos propensa al desgaste y a los desgarros y reduciendo el riesgo de sufrir dolores de espalda. Además, el entrenamiento elimina desequilibrios y mejora la postura corporal, estimula los procesos metabólicos de los huesos en las vértebras, ayuda a preservar la estructura compacta y previene la pérdida de la densidad ósea típica de la osteoporosis.