
¿Tienes tendencia a sentir cargadas en diferentes zonas de tu cuerpo? ¿Arrastras alguna molestia o lesión, que va y viene sin acabar de solucionarse? ¿No notas del todo la musculatura al hacer algunos ejercicios? ¿Siempre te lesionas en la misma zona? Si la respuesta a alguna de las preguntas anteriores es sí, es posible que tengas debilidades y desequilibrios neuromusculares, es decir que tu sistema neuromuscular no funcione correctamente.
El sistema neuromuscular, como su nombre indica, es aquel que está compuesto por el sistema nervioso (neurona) y el sistema musculoesquelético (fibras musculares).
Las fibras musculares poseen unos receptores que son sensibles a la distensión y a las deformaciones. Si estos receptores funcionan correctamente son los encargados de enviar una señal al sistema nervioso, para que este dé una respuesta en forma de contracción muscular, con la tensión y en el tiempo adecuado.
Debido a muchas razones, como pueden ser las sobrecargas, las malas posturas o las lesiones, es posible que nuestro sistema muscular no esté calibrado correctamente, es decir que tengamos músculos del cuerpo que no sean capaces de realizar una contracción muscular adecuada en el momento y con la tensión adecuada. En estos casos, aunque tengamos fuerza y a simple vista realicemos el movimiento a la perfección, estaremos compensando con otra musculatura. Este hecho a la larga provocará desequilibrios musculares que se manifestaran en forma de rigidez muscular, dolor, molestias y contracturas.
Las Técnicas de Activación Muscular para corregir los desequilibrios musculares
El principal objetivo de la activación muscular es lograr el equilibrio en el sistema neuromuscular, es decir, la correcta comunicación entre sistema nervioso central y los músculos. Las técnicas que utilizamos se basan en identificar los desequilibrios musculares para así corregirlos y hacer más eficiente la acción muscular.
Las terapias convencionales se centran en tratar directamente las zonas de tensión muscular o en las que el paciente siente dolor, intentando disminuir el tono muscular mediante diferentes técnicas, como el masaje o los estiramientos. Si bien esto es correcto, si no se corrige la causa del problema la musculatura volverá de nuevo a tensarse. Para las técnicas de activación neuromuscular el aumento de la tensión muscular es una respuesta protectora del cuerpo provocada por la debilidad muscular. Por tanto, si corregimos la debilidad muscular que está en el origen del problema conseguiremos una inmediata relajación de la tensión muscular. Además, hay que tener en cuenta que la debilidad muscular no siempre ocurre porque al músculo le falte fuerza, sino que en ocasiones se debe a una mala comunicación entre el sistema nervioso central y el músculo.
En que consiste una sesión de activación neuromuscular
Estos son los 4 pasos que se realizan en cada sesión de activación muscular:
- Evaluación a través de Rangos Articulares
- Testeo de Fuerza para reconocimiento de debilidades musculares
- Reajuste Muscular (Palpación/Isométricos)
- Reevaluación a través de Rangos Articulares
Empezaremos la sesión valorando los rangos de movimiento de las principales articulaciones, comparando ambos lados del cuerpo para identificar posibles asimetrías. Estas diferencias de movilidad ya nos están dando una pista sobre posibles debilidades musculares. En la mayoría de ocasiones, en aquellas articulaciones en las que hay menos amplitud de movimiento suele estar presente un problema de debilidad muscular.
A continuación, chequeamos de manera analítica con un test de fuerza si un músculo en concreto es capaz de realizar una contracción en el momento y con la tensión adecuada. Con estas técnicas comprobamos si el músculo analizado es capaz de desarrollar la contracción muscular necesaria para contrarrestar una fuerza externa realizada de manera manual por el terapeuta, sin darle opción de compensar con otros músculos. Si esas fibras musculares no funcionan correctamente y no se contraen de manera eficiente, nuestro musculo no será capaz de generar la tensión necesaria para contrarrestar esta fuerza aplicada, aunque el paciente tenga la sensación de estar realizando mucha fuerza.
Una vez identificadas las debilidades realizamos el tratamiento de reajuste muscular mediante la palpación y las contracciones isométricas. A través de estas técnicas buscaremos estimular los receptores musculares y así mejorar el funcionamiento del sistema neuromuscular y también mejorar las capacidades de contracción del músculo en todo su rango de movimiento.
Finalmente, volveremos a repetir los test para valorar si se ha producido un incremento de la estabilidad articular, una mejora de la movilidad articular y una disminución de la tensión muscular.
Beneficios de una sesión de activación neuromuscular
Las técnicas de activación neuromuscular sirven para evaluar, identificar y corregir desequilibrios musculares, los cuales son el origen de la gran mayoría de lesiones y dolencias musculo-esqueléticas. Por este motivo, es un tratamiento adecuado para todo el mundo, desde deportistas que deseen mejorar su rendimiento y prevenir lesiones, hasta pacientes que quieran mejorar su estado de salud.
Después de una sesión de Activación Neuromuscular, dependiendo de cada persona podemos tener diferentes sensaciones:
- Sensación de alivio en la zona, dado que, al realizar contracciones eficientes, el nivel del tono muscular disminuye.
- Aumento del rango de movimiento en nuestras articulaciones.
- Una mayor estabilidad en general de nuestro cuerpo.
Si tienes molestias o simplemente quieres comprobar como esta tu sistema neuromuscular, anímate a realizar un chequeo general, donde localizaremos aquella musculatura que tenga debilidades y podamos establecer así un plan de entrenamiento para trabajarla, pudiendo dar respuestas a esas molestias o tensiones que no acaban de solucionarse.